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Historias de crucero
Pintar los huevos de Pascua posiblemente sea el momento elegido por casi todos los niños de Europa durante la celebración de estas festividades. Esta colorida tradición se ha conservado a través de los años y algunos han resultado en verdaderas obras de arte.
Pero, ¿sabes dónde tiene comienzo esta tradición de pintar los huevos?
Según la leyenda, cuando Jesús resucitó, María Magdalena acudió al representante del emperador de Roma para comunicar la noticia entregándole huevo como regalo. El gobernante no creyó lo que ella contó y le dijo que si la resurrección de Jesús era cierta entonces el huevo se teñiría de rojo, y así sucedió.
Sin embargo, hay muchas otras explicaciones sobre esta tradición. Algunos la remiten a los ritos tradicionales de fertilidad, en algunas culturas de la antigüedad, donde los huevos y las liebres tenían un poder simbólico fuerte. Y es muy posible que muchas de las costumbres “paganas” hayan sido adaptadas a la vida cristiana y relacionada con la resurrección de Jesús.
Lo que está un poco más documentado es la tradición de los huevos pintados, que ser remonta al menos al siglo XIII.
Los colores de los huevos responden a diferentes simbolismos. En este caso, el rojo representa la sangre de Cristo y es el color más importante al pintar huevos. En Bulgaria, el primer huevo pintado que se recibe debe ser uno con colores rojos, y debe conservarse hasta la próxima Pascua. Este huevo rojo simboliza la prosperidad de la casa y el bienestar de la familia.
El resto de los huevos son pintados en azul, verde, amarillo, morado o pueden estar cubiertos de hermosas decoraciones. Antiguamente, los huevos se pintaban con materias naturales. Se usaba cáscaras de cebolla para el color amarillo o algunas hojas para conseguir los verdes. Aunque en la actualidad se usan colorantes aptos para los alimentos.
Sin embargo, hay varias formas de decorar los huevos, y algunas de las más populares es con el uso de lápices de cera, con algodones o papel de seda para conseguir diferentes colores. Algunos artistas trabajan en la pintura de huevos durante horas, consiguiente resultados asombrosos.
Es difícil saber cuándo se pintaron los primeros huevos. Los arqueólogos han encontrado huevos rojos en cementerios que datan desde el siglo XII. Pero se cree que la pintura en con huevos probablemente nació como una tradición mucho antes y se fue modificando a lo largo de los siglos de acuerdo con las diferentes costumbres religiosas.
Ahora, los huevos de Pascua solo se pintan en dos días: el Jueves Santo o el Sábado Santo. La gente lleva huevos a la iglesia la noche del Sábado Santo para que sean bendecidos por el sacerdote. Todos permanecen en la iglesia hasta la medianoche cuando el sacerdote anuncia “Cristo ha resucitado” y comienzan a sonar las campanas.
El día de Pascua, todos eligen un huevo pintado y rompen uno de los huevos pintados de otro de los miembros de la familia, hasta que solo quede un huevo intacto. El huevo sobreviviente recibe el nombre de borets: un luchador. Según el folclore, el dueño de este último huevo encontrará la felicidad y salud durante todo el año.